AUTO DEL MES |
SEPTIEMBRE 2008 |
"Hola, soy Claudio y redacto estas líneas para contarles un poquito mi historia junto a mi querido y modesto 2.0L año 1983 beige almendra.
Les cuento una breve historia. Mis viejos, oriundos de Girodias y 30 de Agosto, ambos pueblos del partido de Trenque Lauquen, vinieron por motivos laborales a Bs. As. en el año 1979. Para el año 1982 en Vicente López, nacía su primer hijo, o sea, yo.
A mi para esa época se me había dado por comprar motos, gracias a una casa que me daba crédito, me compré casi en simultaneo 2 motos una de 110cc y otra de 150cc. Con la idea de dentro de un tiempo venderlas y con un poco mas de plata comprarme mi 1° auto. Corría el mes de Septiembre de 2006 y mis viejos salen de viaje rumbo a Capital Federal con su VW Saveiro 1998 a comprar materiales para trabajar. Volviendo de ese viaje, a la altura de Carlos Casares por la Ruta Nacional N°5, en donde SE PAGA PEAJE... de repente se les cruza UNA VACA, DE AL MENOS 20 que andaban sueltas en la ruta, mi padre alcanza a reducir la velocidad hasta unos 30km/h pero no pudo evitar el impacto... ellos, gracias a los benditos cinturones de seguridad, que yo siempre los jodo para que no se olviden de usarlos, se bajaron sin dolores y por sus medios, pero el gran dolor fue ver la camioneta, que increíblemente, se destrozó. Fueron momentos duros en casa ya que la camioneta era su principal herramienta de trabajo, así que había que juntar plata de donde sea y comprar otra “chata”. Esa misma semana, yo vendo, y a muy buen precio mis 2 motos...
En todo esto había descubierto que existe una pagina llamada Club Taunus, entré, empecé a leer historias, algunas llevándome casi a las lagrimas... Una tarde llego a casa, agarró la plata de las motos, se la doy a mi viejo y le digo “me quedo con el Catango” la respuesta fue... estas loco!!! Te vas a meter en un quilombo!!!!!...
Y bue´... lo empecé a arreglar e ir todos los días al trabajo en MI auto... además del valor agregado que siempre fui hincha de FORD, día a día me sentía en la gloria, y a medida que le iba haciendo cosas no podía creer que un auto con 25 años anduviese tan bien, sereno, sea tan cómodo... el amor fue inevitable hacia el. A principios del mes de Noviembre de 2006 me llaman para avisarme algo que me dejo inmóvil por un rato... “Sr. Varela, salió la sucesión... y ya se firmo todo por el dominio... ” y para Diciembre me entregan la cédula verde a MI NOMBRE!!!! Ya era legalmente mío... Era hora de inscribirme al Club del Taunus Argentina... Ya para esa fecha habíamos decidido junto a Valeria, mi actual novia, ir de vacaciones a Mendoza, al otro día de tener a Catango a mi nombre la llamo y le digo.... “olvidate de los pasajes, nos vamos en el auto!!!!”
El sábado 10 de Enero a las 5:00a.m, después de una semana de revisar todos los días a Catango, partimos los “3” hacia ese paraíso que es Mendoza. Para darse una idea de la emoción, eran mis primeras vacaciones solo, con mi pareja y mi auto... es mas, no puedo contener mi emoción mientras escribo estas líneas...
Como no pudo ser de otra manera, la pasamos bárbaro, recorrimos todo, anduvimos, literalmente, todo el día arriba del auto promediando los 300km por día, Que auto!!! En ruta una locomotora, en caminos de ripio, una tendencia a sacar la cola, típico de Ford según dicen, en alta montaña unos pequeños apunamientos y tremendísimos consumos... pero bue´ cosas que pasan... pero lo mejor y más destacable, el confort y confiabilidad que brindó para un viaje de tantos kilómetros.
Por supuesto no fue el único viaje que hice con él, fui un par de veces a Sierra de la Ventana ya que el paisaje rocoso es mi preferido para conducir por sus sinuosos caminos y, también, varios a Bs. As. y en algunos de esos viajes coincidieron con reuniones del Club y, ni lo dudé... quería conocer a fanáticos del auto ya que de tanto leer y de usar el auto, había entendido el porque de tanta pasión... comprendí que estos autos traían de equipamiento de serie PASIÓN, cosa que los modernos no traen... son autos que requieren revisiones casi diarias, hacen ruiditos que cuesta encontrarlos, a veces fallan, se ahogan, hacen olor a nafta, no frenan muy bien, gastan “un poco mucho” de combustible, tienen vibraciones y componentes delicados, etc, etc... pero nada de eso importa cuando los empezas a andar.
Hoy después de tanto viajar de Trenque Lauquen a mi ciudad natal, decidí volver definitivamente a mi barrio, y por supuesto, me traje conmigo a mi amado CATANGO!!! ahora con 70.000km Al cual me prometo tenerlo muchísimo tiempo, si es posible, de por vida, ya que dudo que un auto me de tantas satisfacciones como me las dio y me seguirá dando CATANGO ya que ambos nos cambiamos la vida.
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