FECHA: 09 de Noviembre de 2013

 

EVENTO: Ford 100 Años en Argentina
LUGAR: Gral. Pacheco - Pcia. de Bs. As.

 

 

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Redacción:

Adrian Vernazza

 

Fotografia:

Mauricio 68

Carlos 01

 

Edición:

Carlos 01

 

Editado:

10.11.13

"Es probable que muchos de nosotros, sin decirlo nunca, en algún momento de nuestra cotidianeidad nos enojemos con El Destino por haber nacido cuando nuestros amados clásicos ya habían dejado de fabricarse, o estaban a punto de hacerlo. ¿Quién no fantaseó alguna vez con tener la edad y el dinero suficiente como para comprarse una coupé Taunus cero kilómetro? ¿Cuántos de nosotros quisiéramos haber podido ver siquiera un Sprint, un Fairlane V8 o alguna de las primeras F100 Twin I Beam, relucientes en un salón de ventas? Seguramente muchos. Sin embargo, en algunas oportunidades, la vida suele recompensar esos imposibles con algún que otro milagro terrenal. Y en este caso, lo hizo el sábado 9 de noviembre, nada menos que en las mismísimas instalaciones que Ford Motor Argentina posee en General Pacheco. Hasta allí llegaron, invitados por la empresa, la mayoría de los principales clubes que mantienen viva la pasión por cada uno de los modelos comercializados por Ford en estos primeros cien años de presencia ininterrumpida en nuestro país.

 

Desde bien temprano, el playón elegido para exhibir los autos seleccionados fue adquiriendo un color y una variedad pocas veces vista: modelos T, A, F-100, Taunus, Falcon, Fairlane, Sierra, Mustang, Escort, Focus y Mondeo, entre otros, sirvieron para admirar la evolución del automóvil en general y de la fábrica en particular. Pero más allá de convertirse en uno de los aspectos más destacados de esta celebración, la fábrica nos tenía preparada una gran cantidad de sorpresas. Muy amablemente, los invitados, en su gran mayoría trabajadores de los distintos sectores que fueron acompañados por sus familias, recibieron una cordial bienvenida y la promesa de un día lleno de actividades. Por un lado, la posibilidad de hacer diversas pruebas de manejo de los nuevos modelos que se comercializan en el país. Por otro, en el sector posterior, al lado de un campo especialmente preparado para conocer dinámicamente todas las virtudes de la nueva Ranger, se montó un inmenso anfiteatro, con pantallas incluidas, y donde los más chicos pudieron disfrutar, por la mañana, del show de Piñón Fijo. Mientras tanto, las puertas de la línea de montaje, de la planta de motores y del sector de estampado estaban abiertas y activas, con lo cual pudimos conocer en detalle algunos de los procesos de fabricación robotizada con los que Ford produce sus vehículos. ¿No fue un privilegio, acaso, poder pisar ese mismo pedazo de asfalto que transitaron nuestros amados autos al momento de abandonar la etapa final de montaje? Eso fue magia pura, algo así como visitar una especie de santuario mecánico. Yo raspaba la suela de mi zapatilla contra el suelo y pensaba. “¡Mi Falcon Sprint salió de acá!” ¿No es increíble? ¿Cuántos fanáticos de otras marcas pueden experimentar eso, máxime si tenemos en cuenta que son pocas las viejas fábricas que aún están en pie? Ni hablar de aquellas que, en algún momento, optaron por irse del país… Ya era media mañana y nosotros no salíamos de nuestro asombro. Así fue que, mientras gastábamos las calles internas de la factoría, nos topamos con el elegante microcine. Allí se exhibió un cortometraje, de aproximadamente unos 15 minutos de duración, donde se repasó la historia de la marca del óvalo en Argentina, desde aquellos lejanos tiempos del primer salón de ventas en el centro porteño hasta la moderna factoría de Pacheco de la actualidad, sin dejar de mencionar el compromiso social de la firma para con nuestra sociedad y un resumen de la actividad deportiva, cuya rica historia es motivo de orgullo para fanáticos y seguidores de la marca. Para los más grandes, fue algo así como un viaje al pasado. Para los de mediana edad, fue reencontrarse con imágenes de su infancia. Para los más pequeños, fue una inolvidable oportunidad de poder ver la importancia que tiene Ford en nuestro país y de palpitar lo que sucederá con la marca en el futuro.

 

A la hora del almuerzo, los invitados acudimos hasta el sector especialmente preparado con carpas, donde pudimos disfrutar de un menú variado y abundante, con una atención cordial y ordenada. La gente, en general, no salía de su asombro ya que prácticamente toda la fábrica le había abierto sus puertas. Pero si hay algo que me llamó la atención fueron sus rostros: sus caras expresaban una felicidad difícil de describir. Creo que todos los que estábamos allí experimentamos un profundo sentido de pertenencia para con la marca. Muchos trabajadores, orgullosos, les mostraban a sus familias su lugar de trabajo, como si ellos mismos fueran parte de la fábrica, de los edificios, de las máquinas, de los autos. Esa gente deja la vida allí y se nota a la legua que, más que la camiseta, tiene puesto el mameluco completo. Y fue esa misma fábrica la que abrió sus secretos para con el que es, seguramente, uno de sus mayores capitales: sus empleados. Cuando caía la tarde y todos nos rehusábamos a irnos de ahí, el anfiteatro sirvió como un gran cine al aire libre. A través de sus pantallas pudieron verse todos los comerciales que emitió Ford en nuestro país, con audio original incluido. A muchos se nos puso la piel de gallina, y no era para menos. ¿Cómo no emocionarse con la famosa publicidad de la F-100 y del Hércules, con la fantástica persecución de las Taunus en el puerto o con aquella donde un Falcon vuela gallardo sobre las vías, que decir de la inolvidable corrida de toros? Aquí, allá, en la tribuna o en el pasto, con la familia o con los amigos, todos estábamos hipnotizados frente a este espectáculo único. El evento fue conducido por Mario Pergolini, quien presento y dio entrada al grupo Catupecu Machu, luego de repasar algunos de sus éxitos y cuando parecía que ya todo terminaba, Los Auténticos Decadentes le pusieron el broche de oro a una jornada que nadie olvidará.

 

Se lo suele reprochar al Destino por algún que otro desencuentro temporal. Haber podido estar en la fiesta de los 100 años de Ford es algo que, personalmente, no voy a olvidar mientras viva. Y mejor aún, porque el hecho de haberlo compartido con mis amigos hizo que la experiencia fuese mejor todavía. Es probable que, a medida que transcurra el tiempo, tenga una real conciencia de lo que representó ese 9 de noviembre de 2013 para quienes llevamos la marca en el corazón. Tal vez, cuando las fotos se vuelvan amarillentas y conseguir alguna pieza original para nuestros clásicos sea un trabajo digno de Indiana Jones, cuando los años pasen y logremos entender que fuimos partícipes de un día histórico para Ford Motor Argentina y para su gente, seguramente podremos tener conciencia del hermoso regalo que nos hizo el Destino."

 

Agradecemos a Ford Argentina S.C.A. por tenernos siempre en cuenta y hacernos participar de estos eventos unicos, gracias a nuestro amigo Adrian Vernazza (Redactor de las revistas Octane y Evo Magazine) por la redaccion exclusiva para nuestro sitio, gracias a los 4 Socios elegidos que participaron con sus impecables unidades. Gracias Ford por crear los cimientos de nuestra pasion y permitirnos ser parte de esta historia.

 

 

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